Una nueva propuesta

Queridos lectores: 
Heme aquí una vez más, cabalgando sobre las complacientes ondas del ciberespacio, por gentileza de los buenos amigos de "Urumelb", con una nueva invitación dirigida a aquellos de ustedes que gusten de los enigmas y de los misterios que pueden dilucidarse mediante el ingenio y/o los conocimientos de cada uno. 
Les presento ahora una aventura de mi personaje Charles Fedson, acompañante fiel y eterno "Watson" del detective negro de Nueva York, Barry Coal, célebre en todo el mundo por sus sonados éxitos en la resolución de intrincados misterios criminales. Barry Coal -que debutara en 1968, pionero en el mundo entero como investigador de su raza- tiene, por supuesto, su propia historia, que es muy posible se les ofrezca a través de este sitio en un futuro próximo. Es el relato de un asesinato misterioso, en una habitación cerrada, con móviles a primera vista inescrutables, brillantemente resuelto por nuestro ínclito pesquisa neoyorkino. Uno de tantos casos que cimentaron la fama de este notorio personaje. 
Pero, a manera de introducción, he decidido publicar antes esta breve crónica, estelarizada por el amigo y asistente de Barry Coal, en la cual, si bien no hay sangre ni cadáveres, sí se le da a nuestro protagonista la oportunidad de emplear su caletre para poner en claro una situación que bien puede involucrar uno de los fraudes más grandes que intentara perpetrarse en los últimos años. Charlie Fedson pondrá todo su empeño en llegar a la verdad, y muy posiblemente habrá de conseguirlo…, tengo confianza en él.
...¿Y qué hay de usted, lector…, sí, usted, que ha leído tantas novelas policíacas, que ha seguido de cerca las aventuras y las deducciones de docenas de célebres sabuesos, desde Holmes a Marlowe? 
¿Cree poder anticiparse a Charlie Fedson? ¿Descubrirá el error del criminal antes que nuestro protagonista? 
¡Ah! No necesita un doctorado en Cervantes para conseguirlo. Bastaría con recurrir a un buen diccionario..., del modo apropiado, por supuesto.
¡Anímese! No hay premios esta vez, ni concurso, ni esperas. 
Y si no se le ocurriese nada, tiene la solución en esta misma entrega, y puede llegar a ella mediante un oportuno "clic" en el enlace respectivo. 
¡Buena suerte!

-C. M. Federici
Abril de 2
016

"El caso del manuscrito cervantino"