Ernesto Rafael Guevara de la Serna, fue primogénito del matrimonio de Ernesto Guevara Lynch y Celia de la Serna y de la Llosa.
"Ernestito" para las amistades, "Teté" para los familiares, "Pelao" para sus compañeros de secundaria, "Fuser", "Tito" y "Chancho" jugando al rugby, "Chag-cho" redactando la revista Tackle, "Dr. Ernesto Guevara" en su día de graduación, "Che" antes de ser "Comandante" en la Sierra Maestra de Cuba o el "El Francotirador" escribiendo para El Cubano Libre y Verde Olivo; y "Tatú" fue su seudónimo durante su campaña en el Congo, "Ramón" o el "Saca Muelas" en Bolivia; con todos esos nombres, apodos o seudónimos, se conoció a un hombre que dejó la senda trazada para todos los pueblos que queremos vivir sin ser explotados y de tener una vivienda digna, salud, poder estudiar, hacer deportes, exigir sólo ser nosotros los que manejemos y controlemos a nuestra voluntad el esfuerzo de nuestro trabajo y decidamos nuestro propio destino.
Como todos sabemos, y para los que no saben, él murió por la causa justa, de terminar la explotación del hombre por el hombre, para que todos pudiéramos vivir como un ser humano tiene el derecho de hacerlo.
Él murió asesinado, como hace más de dos mil años atrás, también murió Jesús Cristo sólo por querer la igualdad de la gente.
"El Che murió, pero para vivir dentro de los corazones de todos los pueblos explotados del mundo."
El padre era de descendencia española por vía paterna e irlandesa por vía materna; nació el 11 de febrero de 1900 y era el sexto de once hermanos y bisnieto de uno de los hombres más ricos de Sudamérica, pero a través de los años su familia, por diversas razones, perdió prácticamente toda su fortuna y lo único que quedaba eran recuerdos y memorias aristocráticas que no tenían ningún valor monetario dentro del circulo social que vivía y frecuentaba.
La madre de Ernesto Guevara Lynch fue Ana Isabel Lynch y Ortiz, quien nació en el estado de California el 15 de junio de 1868 y falleció en marzo del año 1947. Su padre, Roberto Guevara Castro, también nació en California, y falleció cuando Ernesto tenía diecinueve años.
Ernesto era un constructor que abandonó muy poco antes de recibirse, sus estudios de arquitectura. Prefirió orientar sus esfuerzos y talento para desarrollar negocios de distintos índoles, de los cuales todos terminaron en rotundos fracasos comerciales.
Poco antes de conocer a su futura esposa, él había invertido casi toda su herencia en un astillero propiedad de su primo segundo Germán Frers que se dedicaba a construir yates.
Ernesto desempeñaba las funciones de supervisor hasta que un amigo lo entusiasmó con la idea de que se podía hacer fortuna cultivando yerba mate.
Celia de la Serna y de la Llosa era descendiente del último virrey del Perú, el General José de la Serna e Hinojosa, de origen vasco, quien fue derrotado y capturado en Perú en la batalla de Ayacucho por el mariscal venezolano Antonio José de Sucre el día 9 de diciembre del 1825.
Celia nació en el año 1906 y tenía casi 21 años en el momento de contraer nupcias.
Era huérfana; su padre, el doctor Juan Martín de la Serna, quien fue profesor de leyes en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, embajador, político, falleció casi inmediatamente de su hija nacer y Edelmira Llosa, la madre de Celia, lo siguió muy poco después.
Ellos fueron posedores de una fortuna muy importante y mantenían fuertes raíces anticlericales.
La joven Celia, siendo la menor de siete hermanos, fue criada por su tía y su hermana mayor Carmen, quien en el 1928 se casó con un poeta de filiación comunista llamado Cayetano Córdova Itorburu.
Celia se educó y se graduó en el colegio francés del Sagrado Corazón, de la ciudad de Buenos Aires.
En su juventud, fue una persona muy independiente, a la cual le interesaba enormemente la política, fue activa en el movimiento feminista y luchó por el derecho del voto para las mujeres de su país.
Pese a que se había educado en un colegio católico, llegó a un completo acuerdo con su esposo de no participar o pertenecer a ninguna religión, y con esas mismas ideas ellos inculcaron a sus hijos.
En una entrevista, Don Ernesto manifestó sobre la personalidad de su esposa: "...los amigos la consideraban extravagante, excéntrica. Pero lo que chocaba a los demás en ella, me gustaba a mí: su inteligencia, su carácter independiente y amor a la libertad..."
Las leyes argentinas que regían en esa época dictaban que las mujeres para poder casarse o cobrar sus herencias sin el consentimiento de los padres o tutores, necesitaban tener veintiún años ya cumplidos. Celia le solicitó éste a su familia y se lo negaron, ella ya se encontraba embarazada, entonces pretendió que se fugaba y se escondió en la casa de una de sus hermanas mayores; el plan concebido dio resultado, porque forzó a la familia a dar el consentimiento.
Pero igual debieron recurrir a la justicia para cobrar parte de su herencia.
El jueves 10 de noviembre de 1927, Ernesto y Celia contrajeron matrimonio en la casa de su hermana y los recién casados inmediatamente emprendieron la aventura de irse a vivir al yerbatal que habían comprado, a mil doscientos kilómetros de Buenos Aires, en Puerto Caraguatay, en una casa que hoy aún existe (en la foto) que construyó con sus propias manos Ernesto, cerca de las orillas del río Paraná, al noroeste del país, en la provincia de Misiones.
Siete meses más tarde, cuando la joven estaba casi pronta a parir el bebé, y para tener más seguridad y darlo a conocer al resto de la familia y amigos, decidieron volverse a Buenos Aires.
El barco en que viajaban hizo una estadía a orillas del puerto natural del río Paraná y perteneciente a la provincia de Santa Fe, y muy poco después de desembarcar, Celia sintió los primeros síntomas que se le adelantaría el parto y comenzó a tener contracciones y, antes de lo previsto, ese mismo día, nació el primero de los cinco vástagos del matrimonio.
Consta en un acta firmada al día siguiente por el padre y los testigos que el día jueves 14 de junio de 1928, a las 3:05 PM, en la sala de maternidad del hospital Centenario, en la provincia de Santa Fe, ciudad de Rosario, Argentina, nació Ernesto Rafael Guevara de la Serna, "Ernestito" para los de afuera de la amistad de la familia y para los íntimos "Teté", apodado cariñosamente por su tía Beatriz.
Poco después del parto, al recién nacido los doctores le diagnosticaron neumonía.
El matrimonio alquiló un apartamento situado en la calle Entre Ríos 480 en la misma ciudad de Rosario. Viajaron allí un día a visitarlos, Ana María la abuela paterna y las tías Ercilla y Beatriz Guevara Lynch.
Dos meses más tarde, cuando la salud del pequeño se había mejorado y no corría más ningún riesgo, Ernesto y Celia decidieron de continuar el viaje que habían planeado de ir a Buenos Aires.
En su retorno a la capital, el matrimonio con el bebé residieron en un apartamento ubicado en las calles Santa Fe y Guise.
El matrimonio tuvo cinco hijos en este orden: Ernesto, que fue llamado así en honor a su padre; Roberto, en memoria de su abuelo paterno; Celia, en honor a su madre, Ana María, a su abuela materna y Juan Martín a su abuelo paterno.
Todos cursaron estudios superiores: Ernesto se recibió de médico; Roberto, abogado; las dos hermanas se graduaron de arquitectas, igual a la profesión de su padre; sólo el hermano menor Juan Martín nunca llegó a tener un título profesional.
Sin embargo, le fue muy bien en los negocios, al final del año 2002 era el director de una empresa distribuidora de habanos en Argentina.
En el mes de marzo de 1929, después de estar ausentes por unos meses, regresaron a Misiones.
Allí contrataron como niñera a Carmen Arias (en la foto), oriunda de Galicia, la cual hasta el momento que se casara en el año 1937, cuidó esmeradamente a Teté; durante todo ese período ella fue considerada como un miembro más de la familia.
Celia siempre fue una buena nadadora y le encantaba ir a nadar diariamente en el río Paraná. En el mes de octubre de 1929, estando seis meses embarazada del segundo hijo, se encontraba nadando en el río cuando una fuerte correntada se la llevaba, y si no fuera por dos empleados del yerbatal que le tiraron una cuerda, ella casi se ahogaba. Después de ese incidente, decidieron marcharse de Caraguatay, el segundo hijo estaba casi pronto a nacer y el yerbatal no rendía lo suficiente.
Además, para la joven Celia, con el cambio de vivir en una ciudad como Buenos Aires e irse a un lugar tan asolado y alejado de sus costumbres, no le fue muy fácil llevar esos últimos veinte meses.
Una semana les llevó el viaje de regreso, trayecto que nunca más volverían a realizar Celia o Teté.
En la llegada a Buenos Aires, la familia alquiló un hermoso chalet que se encontraba situado en la calle Alem, en una exclusiva zona al norte del barrio San Isidro, Buenos Aires, propiedad de su cuñado Martín Martínez Castro y María Luisa Guevara Lynch "Maruja", la finca estaba a una corta distancia del Astillero Río de la Plata en la localidad de San Fernando. El astillero, debido a la crisis que azotaba a todo el mundo en ese momento, se encontraba financieramente en cero. Más tarde, ocurrió un sospechoso incendio que casi dejó en la ruina a la familia Guevara de la Serna. No estaba asegurado, se dice que su pariente se olvidó de renovar la póliza del seguro.
El día martes del 31 de diciembre, en esa finca, contra todos los temores injustificados, nació satisfactoriamente Celia y ese mismo día Teté sufrió una fuerte ataque de tos.
En esta misma casa, el día viernes del 2 de mayo de 1930, en una húmeda y fría mañana casi al final del otoño con un fuerte viento, Celia como de costumbre, fue a nadar a la piscina del club Náutico, yendo con ella ese día Teté. La inexperiencia de Celia la llevó a dejar al niño por largo tiempo al aire expuesto a las inclemencias del tiempo, el resultado fue un fuerte ataque de tos que se agravó y él tuvo una temperatura elevadísima que derivó, según el diagnóstico primario del médico, en una bronquitis asmática, sin grandes complicaciones, pero ya estaba enfermo con un asma crónica.
La enfermedad, en vez de disminuir, duró varios días, se acrecentó y, como es frecuente en muchos pacientes con ese mal, la enfermedad lo atacaba durante las noches. Su padre cuenta cómo en las noches dormía junto a su cama, muchas veces el niño tosiendo hasta el despuntar de la madrugada:
"..Yo dormía junto a su cama, y cuando Teté comenzaba a sofocarse lo tomaba en brazos, lo acunaba y calmaba hasta que pasaba el ataque, y el chico se dormía agotado. Con frecuencia eso ocurría cerca del amanecer.."
Celia era muy alérgica y sufría de asma; también, a través del tiempo, algunos de los hermanos y hermanas de Teté contrajeron alergias y asma, pero evidentemente no tan graves.
En el año 1931, el asma del niño fue el motivo para que la familia se trasladara a un lugar cercano al aire libre. Entonces se trasladaron a la calle Bustamante y Peña, alquilaron allí un apartamento. Éste era en un suburbio elegante de la capital federal, muy cerca de los bosques de Palermo, donde habían plazas y parques, lejos de la característica humedad de la ciudad.
En esa vivienda el día miércoles 18 de mayo de 1932, nació Roberto, el segundo hijo varón de los Guevara de la Serna.
Corría el año 1933 y la familia ya tenía tres hijos: Ernestito, Celia y Roberto.
La intensidad y la frecuencia de los ataques hicieron a la familia comprender definitivamente que el niño había contraído un asma crónica y que lo afectaría por el resto de su vida, provocando la angustia de sus padres. Desesperados, consultaron a muchos médicos y no escamotaron esfuerzos o sacrificio para detener el mal, experimentaron y aplicaron vanamente todos los tratamientos conocidos, lamentablemente todavía no se conocían en esos tiempos los esteroides.
Don Ernesto siempre recriminó a Celia por su imprudencia y la culpaba por haber provocado el mal de su hijo, dejándolo por tanto tiempo expuesto al frío mientras ella aquel día nadaba en la piscina.
Los padres obligados ya habían hecho varios cambios de residencia en busca de climas más benévolos para mejorar la salud de su primogénito, hasta que recibieron consejos médicos del Dr. O’Donell que se fueran a una zona propicia para afecciones respiratorias. Por consiguiente razón, se mudaron una vez más, instalándose transitoriamente en Argüello y de ahí se fueron al centro del país, a unos 800 kilómetros de Buenos Aires, llegando a Alta Gracia, un pequeño y pintoresco pueblo turístico a la falda de las Sierras Chicas. Ya contaba con varios miles de habitantes en ese momento, allí había un clima seco y era un popular descanso para gente que sufría de tuberculosis y otras enfermedades respiratorias.
La mayor parte de la niñez de Teté la vivió en ese pequeño pueblo, pero su tamaño no prohibió que la familia siguieran su vida de nómadas.
Al llegar, vivieron en el hotel La Gruta por un período de seis meses, lugar donde Teté conoció a Carlos Ferrer "El Calica", uno de sus mejores amigos.
Entonces, ya que el clima de la zona le hacía bien a Teté, decidieron alquilar una casa en Villa Carlos Pellegrini. Esta finca se llamaba "Villa Chiquita" y constaba de dos pisos. De ahí en el 1937 hasta el año 1940, los repartieron entre Villa Nydia y los chalets: Fuentes, Ripamonte y Doce Chalets para finalmente volver a vivir en Villa Nydia en los años 41- 42.
Celia y su esposo sentían pasión por los libros y por esa misma razón tenían una biblioteca de varios miles de volúmenes, la que era el orgullo y el adorno principal de la casa.
Había libros clásicos, desde españoles hasta rusos, y de historia, filosofía, sicología, arte, obras de Marx, Engels, Lenín, también de Kropotkin y de Bakunin, y de los escritores argentinos, José Hernández y Sarmiento entre otros.
Algunos libros eran en francés, lengua que Celia conocía y que enseñaba a Teté, quien llegó a dominarla perfectamente.
Cuando Teté tenía sólo cuatro años, su madre comenzó a enseñarle a leer y a escribir.
Después de dominar el aprendizaje, comenzó a leer libros principalmente de aventuras. Los autores predilectos de su infancia fueron autores como: Emilio Salgari, Julio Verne, Alejandro Dumas, Víctor Hugo, Jack London. Después en su adolescencia, ya más maduro mentalmente y en edad, se apasionó por autores de la clase de Cervantes, Anatole France, Pablo Neruda quién era su poeta preferido, Miguel Ángel Asturias y Rubén Darío. Leía también a Tolstói, Dostoievski, Gorki.
A la edad de cinco años, sabiendo escribir, aunque con faltas ortográficas, le envió una carta a Beatriz Guevara, quien para ese entonces se había convertido en su tía preferida, que decía: 22 de Enero de 1933
"Querida Beatriz la sorpresa es que lla sé nadar justo el día de tu cumple años aprendí a nadar recibe besos de Ernestito, desde alta Gracia."
El domingo 28 de enero de 1934, los habitantes de Villa Chiquita se alegraron con el nacimiento de Ana María, la segunda niña del matrimonio.
Desde el año 1936 en adelante, el niño, que tenía solamente 8 años en el 1936, comenzó a formar una conciencia contra la injusticia social. La experiencia de crecer a lo largo de varios sucesos que cambiaron el curso de la historia de la humanidad definitivamente, influenció en su formación como niño y como adulto.
Su padre mismo lo refleja en su libro "Mi hijo el Che":
"En Alta Gracia aprendió lo que era la miseria y la injusticia social, recuerdo a una familia, compuesta por seis chicos, compañeros de juegos de Ernesto, el padre y la madre, que vivían todos en una misma pieza y una sola cama, como abrigo sólo tenían unos cuantos trapos viejos y papeles de periódicos. Es entonces cuando posiblemente nació en Ernesto, aquella rebelión que nunca lo abandonó, contra la clase social que explotaba y oprimía a la clase obrera .. Jurado solía venir con frecuencia a nuestra casa y nos contaba las peripecias de la guerra civil, las atrocidades que cometían los franquistas y sus aliados italianos y alemanes. Todo eso ejerció naturalmente marcada influencia sobre Teté y sobre la formación de sus futuras concepciones políticas."
Cayetano, esposo de Carmen, estaba trabajando como corresponsal de guerra del diario Crítica, de la ciudad de Buenos Aires. Él les enviaba cartas de lo que estaba sucediendo en España.
Sólo teniendo nueve o diez años, Teté ya tenía actitudes solidarias. Hay una anécdota que fue relatada por Rosario González, Doña Charito, quien fue nodriza y cocinera de Teté:
"..un día, jugaba fútbol con otros chicos y veo que regresa a la casa muy serio, y entra a su dormitorio, busca un pantalón y sale con él, yo le pregunté ¿vos donde vas con ese pantalón? y él respondió es para el "Negro" que tiene su pantalón roto y no puede jugar y además porqué yo voy a tener 10 pantalones y mi amigo ninguno, sus padres no tienen dinero, si los míos con tanta plata no pueden curar mi asma."
Llegaron a Alta Gracia grupos de refugiados republicanos españoles huyendo de la tiranía del gobierno del dictador Franco, y entre ellos se encontraba un médico de apellido Aguilar, de ideas republicanas. Él, su esposa e hijos fueron recibidos solidariamente como huéspedes en casa de los Guevara.
Mientras su padre fundó y militaba dentro de un comité de apoyo a los republicanos, Teté con sus nuevos amigos jugaba en los fondos de su casa a "la defensa de Madrid".
Hoy día todavía en Alta Gracia se narra una anécdota de Don Ernesto, se dice que durante la segunda guerra mundial, un grupo de ciudadanos argentinos simpatizantes nazis se juntaba regularmente en un hotel del pueblo a oír las transmisiones de radio desde Europa; entonces él con otros amigos, primero le cortaron los neumáticos a las ruedas de los autos que estaban en el estacionamiento y después se subieron al techo del hotel y le destrozaron la antena de la radio.
Quizás el hecho más importante en la formación de Teté fue que creció a lo largo del transcurso de la segunda guerra mundial. Cuando ésta terminó, él ya era un adolescente de diecisiete años, profundamente interesado en todos los acontecimientos del momento.
El medio ambiente familiar ayudó mucho en su formación; el ejemplo siguiente lo confirmó su hermano Martín en una entrevista, cuando recordaba que:
"...lo que más se daba en casa eran discusiones sobre política, tanto del país como internacionales, cada vez que se reunían más de dos personas por un rato, se avecinaba una discusión..."
Se dice que leyó todas las novelas sociales latinoamericanas de moda en aquellos tiempos, algunas de ellas eran las del peruano Ciro Alegría, del ecuatoriano Jorge Icaza y del colombiano José Eustasio Rivera. Desde la infancia le gustó mucho también la poesía y los versos, sus favoritos fueron Antonio Machado, Baudelaire, García Lorca, Pablo Neruda (foto), Verlaine.
Siendo adulto, se tenía memorizada cientos de poesías y aunque no se consideraba poeta, escribió varias de ellas. Cuando alguien le preguntó acerca de esta afinidad, él contestó que era un revolucionario que no había llegado nunca a poder ser poeta.
Allá recién por marzo de 1937, comenzó a cursar regularmente segundo y tercer grado en la escuela José de San Martín en Villa Gracia y terminó primaria en otra escuelas de la misma ciudad, siendo todas públicas.
La enfermedad le prohibió al niño asistir a los centros de enseñanza con normalidad, por consiguiente razón adquirió gran parte de su educación primaria en su casa, Celia su madre se convirtió en su maestra.
A Celia, en el 1945, le detectaron un cáncer y le extirparon de un seno un tumor maligno muy activo, y en el 1950, en una operación sufrió la pérdida parcial del mismo. Falleció en Buenos Aires, el día martes el 18 de mayo de 1965, a causa de su cáncer mamario.
En 1939, Teté se dedicaba largas horas al aprendizaje del ajedrez junto a su padre.
Un día de septiembre de 1939 en Villa Nydia, estaba disputando una partida con su padre y éste le comentó:
"¿Sabés Ernesto? Hoy para orgullo de todos los argentinos, participa en la olimpiada mundial de ajedrez en Buenos Aires, el campeón sin corona.
¡Es un cubano el más grande ajedrecista del planeta!"
Casi un cuarto de siglo más tarde, se inauguró el "Torneo Internacional Capablanca In Memoriam" en la ciudad de La Habana; fue un respetuoso homenaje al genio, su ídolo quien había tenido la suerte de conocer cuando era niño, el Grande de los Grandes del Ajedrez, José Raúl Capablanca Graupera, quien murió el día domingo 8 de marzo de 1942, a la edad de 54 años.
Entre sus otras preferencias, estaban los deportes y las excursiones por las sierras de los alrededores, o nadar en los arroyos y en las piletas a la llegada del verano, ejercicios que le eran muy beneficiosos.
El asma no desaparecía. Hubo largas temporadas en que la enfermedad abatía completamente al niño, quien vivía prácticamente inmovilizado, pero tenía períodos en que el mal no aparecía y en esos lapsos se recuperaba rápidamente.
En el año 1941, el Pelao conoció a los hermanos Ferrer y a otros amigos entrañables, Gregorio Patricio y Tomás Granado "Maso", éste era el menor de los tres hijos de un inmigrante español.
Después, se unió el mayor de los hermanos Alberto Granado, quien recién comenzaba el primer año de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Córdoba.
Alberto, el "Petiso", tenía 20 años, pero la diferencia de edad no fue ningún obstáculo para que los dos establecieran una amistad verdadera entre ellos. Alberto dijo sobre eso:
"Ernesto era estudiante de Bachillerato, mientras que yo estaba en la Universidad. Pero como él gustaba de nuestra compañía y nosotros nos sentíamos impresionados por la inteligencia y la profundidad de conocimientos, hicimos gran amistad...Es indudable que desde pequeño tenía un sentido intelectual que le permitía distinguirse en todos los aspectos de la vida..."
Alberto era el entrenador del equipo local de rugby, "El Estudiantes" y ante la insistencia del Pelao, le dio una oportunidad a ingresar al equipo aunque estaba consciente de que el otro no tenía la complexión física requerida para un deporte tan fuerte, entonces le dijo que como regla, tenía que pasar la siguiente prueba; el Petiso comenzó a correr, dio un salto y tuvo una caída perfecta contra el piso.
El Pelao lo imitó y pasó a la primera vez el examen, pero se dio media vuelta, se incorporó e hizo lo mismo por varias veces, y en una entrevista Alberto recuerda que: "Si no le digo basta, todavía se está tirando.".
EL PELAO
En marzo de 1942, comenzó sus estudios secundarios y los padres escogieron el colegio Deam Funes.
Este era público, laico y republicano, inclinado más a la clase obrera, contrario al Montserrat, un colegio privado para la clase alta y pudiente.
Allí Teté estudió por cinco años hasta terminar el bachillerato.
Este colegio se encontraba en la ciudad de Córdoba y fue fundado por el sacerdote don Gregorio Funes, sacerdote con ideas revolucionarias acerca de la enseñanza y por la liberación de Argentina del yugo extranjero que la dominaba en esa época.
En su primer año de bachillerato, por usar su pelo tan corto, adquirió el apodo del "Pelao".
Alta Gracia quedaba a unos 45 kilómetros de la ciudad de Córdoba, y esa distancia la recorría diariamente por todo ese año junto a Celia, que en esos momentos estudiaba en el liceo para señoritas.
EL FUSER
Aquí está con los tres hermanos Tomás, Alberto y Gregorio Granado con la camiseta del Estudiantes.
El Pelao se ganó la fama de ser un jugador duro, audaz y agresivo, su grito de combate durante los partidos era:
"¡Cuidado, ahí viene el Furibundo Serna!"
Porque el Pelao todavía no tenía su apodo como jugador, el Petiso lo pasó a llamar "Fuser" apócope de Furibundo y Serna, y a su vez el Petiso adquirió también otro apodo dado por Fuser cual fue "Mial", otro apócope posiblemente no por "mi Alberto" como otros sitios lo sugieren, sino por "mía Alberto" que es lo más lógico cuando alguien pide el balón a un compañero en un partido de rugby, fútbol, básquetbol, etc., etc.
Lo que es curioso y llama la atención es que usaba el apellido de su madre y no el de su padre.
A los principios del 43, Don Ernesto se asoció a otra persona y logró establecer una empresa constructora en la ciudad de Córdoba. Usaron las vacaciones de ese verano para trasladarse a una finca de dos plantas que alquilaron en la calle Chile 288 esquina con la avenida Chacabuco, vivirían allí por 4 años. Ahora los niños no tendrían que sacrificarse más en hacer la travesía diaria a los locales de estudios.
Celia que se encontraba embarazada, dio a luz al quinto y último hijo de los Guevara de la Serna. Juan Martín Guevara nació en mayo del año 1943.
Siendo quince años mayor que él, Fuser siempre demostró una ternura muy especial hacia el benjamín de la familia.
En 1945, su promedio académico era pasable en: ciencias naturales, historia, geografía y matemáticas y había mejorado considerablemente sus calificaciones en francés, español y música, pero en la asignatura en que obtuvo excelentes marcas fue filosofía, materia que recién había comenzado por primera vez en ese grado.
Tenía una costumbre no muy aceptada por el resto de la familia; cualquier libro que llegara a sus manos lo subrayaba o le escribía en sus márgenes comentarios y notas, eso hacía que cuando otra persona tomaba ese libro, se enfocaba en sus notas y no en el tema del libro que estaba interesada en leer.
Como era un apasionado de la filosofía entonces, para recordar y organizar sus innumerables lecturas, cuidadosamente comenzó a extraer y recopilar definiciones, ideas y pequeñas biografías de personajes importantes. Ese fue su primer diario al que llamó "Diccionario Filosófico", estaba compuesto en siete cuadernos compaginados en orden alfabético, práctica que llevaría y mantendría hasta el día que lo asesinaron.
En el final del año 1946, satisfactoriamente finalizó su bachillerato junto a su amigo Tomás Granado.
En el comienzo del año 1947, él y Tomás hacían un trabajo renumerado, gracias a la intervención de Don Ernesto, en el laboratorio de la Dirección Provincial de Vialidad de Villa María en Córdoba.
Era una oficina que supervisaba la construcción de carreteras y Ernesto se quedó allí trabajando durante las vacaciones de verano esperando la fecha para matricularse en la Universidad de ingeniería, como fervientemente deseaba su padre.
En ese ínterin, su abuela paterna, Ana Isabel, que tenía 96 años, se enfermó seriamente, la familia sin Ernesto, que se quedó en Córdoba, tuvo que trasladarse a Buenos Aires, para atender a la anciana.
Pasaron a vivir en su departamento, que estaba ubicado en el 5° piso en la esquina de las calles Arenales y Uriburu en el Barrio Norte de la ciudad de Buenos Aires.
En Villa María, Ernesto recibió un telegrama de sus padres informándole de la gravedad de su abuela paterna Ana Isabel. Renunció al trabajo y se volvió a Buenos Aires inmediatamente. Pasó 17 días junto a su lecho, cuidándola constantemente, hasta el día que ésta falleció debido a un derrame cerebral.
La muerte de Ana Isabel fue la razón que anunciara a sus padres ese mismo día que estudiaría medicina en lugar de ingeniería como su padre deseaba, y días más tarde se inscribió en la facultad de medicina de la Universidad de Buenos Aires.
En esos días, la situación económica de la familia Guevara de la Serna se agravó, como resultado de otra de las mal planificadas aventuras de negocios de Don Ernesto, la empresa constructora que tenía con su socio en Córdoba dio quiebra.
Todos esos acontecimientos obligaron a la familia a quedarse en la capital federal.
No sólo los problemas económicos estaban destruyendo las relaciones sentimentales de la pareja; Don Ernesto comenzó a tener relaciones amorosas extramatrimoniales ya de un buen tiempo atrás cuando vivían en la ciudad de Córdoba, las cuales no hacía nada para mantenerlas en secreto y eso lastimaba mucho a Celia.
En ese primer año de la facultad, fue raro entre sus compañeros universitarios que Ernesto demostrara muy poco interés en la política y ningún interés en los movimientos revolucionarios estudiantiles que abundaban debido a la situación económica social y política del país, cuando sus padres, por el otro lado, principalmente su madre Celia, eran activos militantes anti-peronistas.
Él regresó a Buenos Aires, pero esto no le impidió de seguir practicando uno de sus deportes favoritos, el rugby. Fuser y Roberto se asociaron al San Isidro Club de rugby, institución de la que años atrás su padre fue socio fundador.
Según versiones de Don Ernesto, los doctores un día le advirtieron que su hijo mayor tenía chances que su corazón no pudiera resistir el rigor del deporte que el joven practicaba. Entonces, temeroso por la salud de su hijo y pensando que estaba haciéndole un bien, usó la influencia que tenía dentro del club para que excluyeran Ernesto del equipo.
El joven al enterarse de los acontecimientos, se enfadó con su padre y muy disgustado se fue y continuó practicando el rugby en la reserva del equipo Yporá Rugby Club.
EL CHANCHO
Jugando por ese equipo, se ganó un apodo que para algunas personas le resultaría un poco molesto, pero a él no le importó que lo hubieran apodado "Chancho"; fue por sus aires de bohemio, en lo desprolijo que se vestía -costumbre que su padre siempre desaprobó- y de no bañarse después de los partidos. La razón era que, en los lugares que su equipo jugaba, no había agua caliente. El ya había adquirido una aversión al agua fría y las piscinas, debido a que todos las malos momentos de su salud fueron resultado de experiencias con agua fría.
En la notas de su primer viaje, observó después de nadar dentro de un lago 20 metros y volver para traer un pato con lo que odiaba el agua fría el dijo:
"...sufrí como un beduino..."
Y en una carta a sus padres desde Mexico les dice:
"Creo que te conté que estoy en un buen departamento y me hago la comida y todo yo, además de bañarme todos los días gracias al agua caliente a discreción que hay. Como ves, estoy transformado en ese aspecto, en lo demás sigo igual..."
Don Ernesto le siguió siendo infiel a Celia, la situación creada en el seno del hogar parece que lo distrajo al Pelao, y a sus estudios universitarios le dedicó sólo el tiempo necesario como para aprobar las materias. Al final de su primer año en la Facultad de Medicina, las calificaciones recibidas fueron pobres, rindió tres materias: Anatomía Descriptiva y Parasitología y obtuvo bueno en ambas y en Embriología fue solamente aprobado, no rindió Anatomía Topográfica y suspendió Fisiología.
Viajar y conocer nuevos lugares quizás fue una de sus preferencias preferidas desde muy joven, él usaba los fines de semana y las vacaciones del estudio para hacer autostop, principalmente para viajar a visitar a Mial que se encontraba trabajando en un hospital antileproso que distaba a unos 180 kilómetros de la ciudad Córdoba y a casi mil kilómetros de su casa en Buenos Aires.
En una anécdota un poco tragicómica de su niñez, en una entrevista el padre relata:
"...En una ocasión, Teté y Roberto desaparecieron de casa. Teté tenía once años, y Roberto ocho. Parecía que se los había tragado la tierra. Creímos que se habían extraviado en los bosques cercanos, los buscamos allí, y después avisamos la desaparición a las autoridades. Los encontraron, días más tarde, a ochocientos kilómetros de Córdoba, a donde habían llegado ocultándose en un camión..."
Casi al final del año, conoció a una chica también alumna de la facultad de medicina, Berta Gilda Infante, quien era dos años mayor que él; se convirtieron en muy buenos amigos y el Pelao tuvo un cambio casi radical, comenzó a interesarle los temas políticos nuevamente.
Se pasaron juntos horas y horas leyendo y estudiando los textos marxistas como el Manifiesto Comunista de Carlos Marx, y El Estado y la Revolución, de Vladimir I. Lenin, y manteniendo largas discusiones sobre la realidad política de aquel momento.
Ernesto y Berta, o "Tita" como también se conocía, fueron muy buenos amigos por muchos años, la prueba está en el intercambio de correspondencia que ellos mantuvieron a través del tiempo y la distancia.
En el año 1948, se presentó a un examen médico para cumplir con el servicio militar obligatorio y fue declarado no apto por las autoridades pertinentes, fue rechazado después de la auscultación en la zona de los pulmones.
Los problemas económicos familiares se agravaron y el matrimonio se vio obligado a vender el yerbatal de Misiones, perdiendo una suma importante de dinero en la transacción. Con el fruto de esa venta, compraron un departamento en la calle Aráoz N° 2180 en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires, casi al frente del Colegio Guadalupe; allí los dos hermanos mayores compartían un dormitorio con un amplio balcón a la calle.
En una entrevista que Don Ernesto llevó a cabo con I. Lavretsky, él da su opinión acerca de sí mismo y la razón del por qué de sus malogrados negocios:
"Primero tuve una plantación de yerba mate en la lejana provincia argentina de Misiones, en la frontera con Paraguay. Después construí casas en Buenos Aires, en Córdoba y en otras ciudades de mi país. Fundé compañías de construcción y con frecuencia quebré. Y no acumulé fortuna. No sabía enriquecerme a expensas de los demás, por eso los demás se enriquecían a expensas mías. Pero no lo lamento. Porque en la vida lo principal no es el dinero, sino tener la conciencia limpia."
Durante el transcurso del año 1949, los sábados y domingos Ernesto recibió lecciones de volar planeadores sin motor bajo la tutela de su tío Jorge de la Serna, aficionado a la aviación y miembro del club de vuelo a vela "Albatros", de Morón, Bs. As.
El matrimonio de la pareja Guevara De la Serna estaba desgastándose a pasos agigantados. Un día Celia fue abandonada por su esposo. Al poco tiempo, él regresó y volvió a partir, y así se repitió la situación por varias veces. Los rumores circulaban de boca en boca, agravándose porque Don Ernesto seguía sin hacer lo más mínimo por ocultar su aventuras. Por fin, decidieron separarse definitivamente, haciéndolo en una forma amigable.
Tenía 22 años en el 1950 y, luego de concluir el tercer año de sus estudios, durante las vacaciones de verano, entre los meses enero y febrero, inició su primer viaje importante a bordo de una bicicleta preparada con un pequeño motor.
En la primera parte del recorrido, pasó por Rosario, su ciudad natal, y posteriormente estuvo varios días en Córdoba, donde visitó a Tomás y Gregorio Granado, visitó a Mial, quien se encontraba trabajando en el leprosario J J. Puente del pueblito San Francisco del Chañar de Córdoba, administrando la farmacia.
Tras su estadía de unos días en el leprosario viendo la situación en que los enfermos se encontraban, se prometió a sí mismo que a su regreso a la universidad se dedicaría por el resto de su vida a la investigación de curas para el asma y la lepra.
La segunda fase del viaje era ir a la provincia de Santiago del Estero y luego sería Tucumán. Más se adentraba en su meta del viaje, se daba más cuenta que abrigado bajo un techo y bien alimentado, discutiendo teorías como cambiar al mundo no concientizaba; lo que estaba experimentando en esos momentos le abría los ojos de lo alejado que había estado de la cruda realidad.
Estaba palpando por un lado en las condiciones precarias como realmente vivían los integrantes de los pueblos indígenas, mestizos y campesinos de su patria y por el otro lado un puñado de familias latifundistas, explotándolos por ser los posedores de inmensas fortunas y de todos los recursos naturales.
Regresó a Buenos Aires y como lo expresan sus apuntes en su diario, ya estaba totalmente convencido de que en su país existía una explotación neocolonial: "Argentina es una gran farsa. Una gran fachada lujosa detrás de la cual se esconde un alma corrupta y enferma."
Obviamente, el plan original del viaje se le derrumbó, porque al final recorrió más de cuatro mil Km y doce provincias: Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis y Córdoba.
Al regreso, llevó el motor a reparar y los representantes que vendían el motor vieron una buena oportunidad de promocionar su producto y las dos partes llegaron a un mutuo acuerdo; si el Pelao les enviaba una pequeña nota y una foto acerca de su viaje, ellos le reparaban el motor gratis y le daban una pequeña suma de dinero.
El contenido de la carta decía: 28 de febrero de 1950,
"Muy señores míos: Les envío para su revisación el motor 'Micrón' que Uds. representan y con el que realicé una gira de 4.000 Km. a través de 12 provincias argentinas. El funcionamiento del mismo, durante mi extensa gira, ha sido perfecto y sólo he notado al final que había perdido compresión, motivo por el cual se lo remito para que lo dejen en condiciones.
Los saluda atte.
Ernesto Guevara."
El día viernes 19 de mayo de ese mismo año, en la revista semanal deportiva El Gráfico de la ciudad de Buenos Aires en la página 49, la firma "Mecánica Garelli" de Milán, sacó un aviso comercial pago exaltando la calidad de su producto.
"Solidez y eficiencia son características principales del producto de la famosa máquina Mecánica Garelli de Milán".
Después destacaba el nombre de la marca: - Micrón -
y al pie del aviso le agregaron: "La carta que transcribimos, recibida del señor Ernesto Guevara Serna, es una prueba más.””
Después de la publicación del aviso, imprimió varias copias de la foto y se la envió:
"a mis admiradoras de Córdoba, del Rey de los Caminos".
Además de sus estudios en la facultad, hacía deporte, fotografía y jugaba al ajedrez. Los problemas económicos obligaron a él y su hermano Roberto a trabajar para solventar sus gastos y al mismo tiempo ayudar a la madre, las finanzas no andaban bien en la casa.
El padre no ayudaba, y además Ernesto no quería recibir ninguna ayuda, se las quería arreglar por sí solo, realizó diversos trabajos; trabajó de oficinista en el servicio de suministros por la municipalidad de Buenos Aires, con un amigo estudiante de leyes, quien conocía de Córdoba, salió a vender zapatos por las calles e incluso inventó y patentó un insecticida, con el nombre de "Vendaval", gestión comercial, que tuvo vida muy breve.
Un día por su asma fue a consultarse con el doctor Salvador Pisani, experto especialista en tratamientos alérgicos, éste terminó contratándolo como ayudante de su laboratorio.
Ese fue de todos los trabajos que había hecho hasta el momento, el en que más se interesó, no quiso perder la oportunidad de introducirse en el campo de la investigación, en que él realmente estaba interesado.
Ya hacía mucho más de un año que estaban separados los padres, Don Ernesto vivía en su oficina ubicada muy cerca de la Facultad de Medicina de la calle Paraguay 2034, 1ºa.
Consiguió un nuevo socio y montaron una agencia inmobiliaria llamada Guevara Lynch -Vertruch.
Tuvieron como secretaria a una joven llamada Ana María Erra, maestra de bellas artes, la cual pasaría más tarde a ser esposa de Don Ernesto y con quien tuvo tres hijos. Después de su matrimonio en el año 1976, debieron de huir del país durante el golpe militar y se refugiaron en Cuba.
Aunque el matrimonio estaba separado, todos los integrantes de los Guevara-de la Serna viajaron hasta Córdoba invitados a las bodas de Carmen González Aguilar, joven amiga de la familia. Durante la fiesta de la celebración, el Pelao descubrió que María del Carmen Ferreyra, "Chichina", quien conocía desde que era pequeña, se había convertido en una señorita y por primera vez en su vida perdidamente se enamoró y se le declaró, según Chichina, la atracción fue mutua.
Aparte de ser una jovencita hermosa, espigada, de ojos verdes, cabellos castaños, tez blanca y tersa, era inteligente, también era la única heredera de una de las familias más antiguas y adineradas de Córdoba.
Su padre, Horacio Ferreira, era dueño de una cantera de piedra caliza llamada el Malagueño, siendo ésta en ese momento una de las pocas industrias que existían en Córdoba.
Malagueño poseía dos mil hectáreas de extensión, la vivienda de la familia, dos canchas de polo, caballos árabes y un pueblo para obreros de la cantera.
Los jóvenes iniciaron una relación amorosa, al principio el noviazgo fue bien recibido por los padres de la chica. No pasó mucho tiempo para que la situación cambiara, debido a la forma desprolija de vestirse del Pelao y la forma de expresar sus ideas políticas no compatible al padre de Chichina.
Un día durante una charla de sobremesa, atrevidamente intervino y burlonamente tachó de politiquero a Winston Churchill, quien era el Primer Ministro de Inglaterra, motivo suficiente para que los padres de la joven lo echaran de la casa.
Después de ese incidente la pareja se encontraba en secreto.
Cuando le pidió a la joven que se casara con él, la proposición fue terminantemente rechazada por los padres de Chichina.
El día viernes 22 diciembre, el Ministerio de Salud Pública le adjudicó una matrícula profesional para poder ejercer las tareas de enfermero. Con ésta en su poder, aplicó por una posición de trabajo en la flota de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y con éxito logró su cometido.
El día viernes 9 de febrero de 1951, zarpó por primera vez a bordo del buque cisterna "Ana G." de bandera argentina.
En los cuatro meses que trabajó allí cómo enfermero, realizó cuatro travesías. Conoció varios puertos de Brasil, la Guyana Británica, Trinidad y Tobago, Curazao y al puerto de Comodoro Rivadavia en la Patagonia, Argentina.
En ese puesto, tuvo el chance de viajar y conocer otros países y otras culturas, las travesías no le prohibieron de seguir escribiéndole largas cartas de amor y poemas a Chichina, y seguir estudiando para prepararse y presentarse a los exámenes en su regreso a Buenos Aires.
Su trabajo, al estar ausente en Buenos Aires, le prohibió participar en los partidos de su equipo, también el asma tuvo que ver para que ese año colgara definitivamente las botas.
De cualquier manera, él continuó en vinculación con el deporte que lo apasionaba.
Él fundó junto a otros nueve compañeros de su club, un semanario dedicado al rugby llamado Tackle.
La revista duró solamente once números, por falta de finanzas la tuvieron que cerrar.
El primer número salió a la calle el día sábado 5 de mayo de 1951 y el último el día sábado el 28 de julio de ese mismo año.
Todos colaboraban de una forma u otra al Pelao, cuando no estaba embarcado la editaba y hacía los comentarios y se le veía por las canchas donde se jugaba el rugby sacando notas e informaciones.
En la breve vida del semanario, él escribió seis artículos usando el seudónimo Chang - Cho, deformación
de su sobrenombre Chancho, en ese grupo también se encontraba su hermano Roberto (en la foto) quien firmaba sus artículos con el seudónimo "Chiquilín".
El día 17 de octubre de 1951, el Pelao, aprovechando el día feriado, se fue hasta Córdoba.
Como siempre, visitó a su amigo Mial. El nombre completo de Mial era Alberto Granado Jiménez, él nació el martes 8 de agosto de 1922 en Hernando, en la provincia de Córdoba, Argentina, se graduó en la universidad de esa misma ciudad como farmacéutico en el año 1945 y de bioquímico en el 1948. Vive en Cuba desde marzo del año 1961. Actualmente reside en Miramar, cerca de La Habana, con su esposa, cinco hijos y tres nietos. Fue profesor de las Facultades de Medicina de las Universidades de Santiago de Cuba y La Habana y dirigió el departamento de Genética hasta que se retiró, en el año 1996.
Esa mañana, tomando mate, los dos estaban manteniendo una conversación y Mial confesó que hizo un error en haber renunciado a su trabajo en la colonia de enfermos del mal de Hansen (lepra) en San Francisco del Chañar porque el sueldo que recibía en ese momento trabajando en el Hospital Español era una miseria comparándolo con el anterior.
El Pelao le contó también que había renunciado a su trabajo, pero a diferencia de su amigo, se sentía feliz, porque estaba saturado de la escuela de medicina, hospitales, exámenes y problemas.
Mial siempre comentaba que quería realizar un viaje importante antes de cumplir los 30 años.
Entonces el Pelao le sugirió,
-¿Y si nos vamos a Norte América?
-¿A Norte América? ¿Cómo?
-Con la Poderosa, hombre.
Desde ese momento, entusiasmados comenzaron a planear un viaje arriesgado considerando los escasos fondos de dinero con que los dos amigos contaban en ese momento.
"La Poderosa II" era una moto perteneciente a Mial (Esta moto substituyó a otra anterior que tenía Mial y se llamaba "La Poderosa") marca Norton 500cc modelo 1939 y técnicamente hablando, no estaba en condiciones lo suficientemente capacitada para hacer un viaje de esa envergadura. Los dos próximos meses los usaron para gestionar las visas correspondientes y el resto de los detalles del itinerario del viaje de los países que visitarían. Comentaban que querían saber cómo vivían los mineros, los mulatos, los campesinos, los pueblos indígenas, etc.
El día sábado, 29 de diciembre de 1951, fue el día elegido para iniciar su gran aventura.
Partieron desde Córdoba y el primer plan que trazaron era evitar las cumbres de los Andes del Norte yendo rumbo al sur, así conocerían lugares nuevos, haciendo breves escalas en Rosario y Buenos Aires, por la fecha que era; podían pasar las fiestas de fin de año y para que también Fuser se despidiera de su familia y amigos y de ahí reiniciar la marcha hacia la frontera argentino-chilena.
El día viernes, 4 de enero de 1952, partieron hacia Miramar, un lujoso balneario a unos 500 kilómetros de la Capital Federal donde Chichina pasaba junto a sus padres las vacaciones de verano, el plan era quedarse dos días allí.
También salió desde Buenos Aires con ellos, según Granado, un cachorro de lobo de pura raza, un regalo especial de Fuser a su novia y al cachorro lo llamó "Come Back" (Volver).
En el camino, visitaron a un tío de Fuser en Villa Gesell que estaba a 400 Kms de Buenos Aires; el domingo en la mañana salieron cargados de comestibles y vegetales que éste les obsequió para el viaje.
Ese mismo día, llegaron al balneario y después de una despedida que les llevó una semana justa, y no dos días como estaba planeado, partieron el 13 de enero hacia Necochea a visitar un matrimonio amigo de Mial, llegando el próximo día lunes.
Se quedaron un día y siguieron con rumbo al puerto sureño de Bahía Blanca, ahora a la casa de unos amigos de Fuser y allí pasaron 5 días.
En la trayectoria a Choele-Choel, los agarró una tormenta de lluvia y viento frío. Fuser llegó afiebrado y Mial lo llevó al pequeño hospital de la ciudad, donde lo atendió el Dr Barrera quien ordenó que Fuser tenía que hacer cama.
Del Dr Barrera hay una anécdota: el doctor inyectó con penicilina a Fuser, cuatro horas más tarde, al bajarse la fiebre, quería continuar el viaje; se comenzó a vestir, el doctor sacudió la cabeza y dijo: "Para la gripe, cama."
Fuser, antes de terminar de vestirse ya estaba temblando otra vez, volvió a la cama, así lo quiso hacer otro par de veces y el doctor sacudiendo la cabeza repetía lo mismo. Hasta que al tercer día sin sacudir la cabeza le dijo que ya se podía levantar de la cama y otra vez repitió: "Para la gripe, cama".
En Chole-Choe pasaron 3 días, llegaron el 22 de enero y partieron el 25.
La Poderosa estaba sintiendo más los embates del viaje, por más de una vez Mial tuvo que hacerle pequeñas reparaciones. En la noche del 28, los agarró en el medio de la nada un pequeño huracán y como pudieron, durmieron tirados sobre La Poderosa, sobre sus cuerpos la tienda que no se podía armar con la fuerza del viento. Durante la noche, sentían ruidos raros y no sabían de dónde venían, y a la mañana siguiente al despertarse, descubrieron que la moto tenía una varilla de la dirección quebrada. La arreglaron con alambre, pero no duró mucho porque tuvieron que caminar 20 Kms para llegar a Paso del Águila para que fuera reparada.
Continuaron el viaje y el 29 de enero llegaron a San Martín de los Andes, ya tenían grandes problemas de dinero, pero dos días más tarde, en la ciudad encontraron a unos amigos de Mial que estaban trabajando en Junín de los Andes y fueron invitados a pasar unos días juntos, era una invitación que no se podía negar.
El 8 de febrero estuvieron en Nauel Huapí.
Finalmente, el lunes 11 de febrero, 1952, llegaron a San Carlos de Bariloche, usando la Ruta de los Siete Lagos, se llama así porque es la cantidad de lagos que bordea la ciudad antes de entrar a ella. Estando a un paso del territorio chileno, se sintieron ansiosos y excitados que dentro de muy poco cruzarían la frontera.
Antes de embarcarse en la Modesta Victoria, la nave que los atravesaría hasta llegar al puesto fronterizo chileno, Fuser recibió una carta de Chichina la cual explicó que fue bajo las órdenes de su madre que tenían que romper su noviazgo, porque lo de ellos era imposible.
Mial dijo que su amigo quedó completamente desolado después de leer la carta.
Pocos años atrás, Chichina relató que ella había escrito aquella carta de ruptura presionada por su madre, confesó que lo hizo en solitario en la biblioteca de su casa y lloró y sufrió mucho, y que sus recuerdos de Fuser perdurarían dentro de ella hasta el resto de su vida.
El día del funeral en la Habana, porque se encontraba enferma, envió por una amiga al Memorial donde reposan sus restos, una flor roja y una sentida nota: "te recuerdo".
Seis semanas les llevó arribar al territorio chileno desde el día que partieron de Alta Gracia.
Otra vez sobre La Poderosa, se dirigieron hacia el norte hasta Valdivia.
El día 14 de febrero pasaron por Peulla.
Le envió una carta a su madre asombrado de la generosidad de la hospitalidad que estaban recibiendo en las tierras chilenas.
El día lunes, 18 de febrero de 1952, en Temuco, tuvieron un incidente con un grupo de pobladores y tuvieron que huir. En las afueras de la población, les ocurrió lo que nunca pensaron que les podía pasar, que la Poderosa tuviera algún desperfecto y quedara inútil.
En su huída al llegar a una curva, sufrieron un accidente, embistieron una manada de ganado.
Tuvieron la fortuna de llegar a la ciudad chilena de Los Ángeles viajando en la parte trasera de un camión para consultar con un mecánico, pero el vehículo no tenía arreglo.
De ahí, a borde de otro camión, salieron el 27 de febrero y llegaron el domingo 2 de marzo a la capital chilena y se despidieron de la moto, la Poderosa pasaba a ser historia para ellos.
Continuaron hacia Valparaíso y llegaron el día 7 de marzo, y de esta ciudad hay un apunte en el diario que dice:
"...recorrimos la parte más baja del pueblo, hablamos con varios mendigos, nuestras narices inhalan la miseria...".
Tenían intenciones de ir hasta la Islas de Pascua a conocer el leprosario que había allí, pero el próximo barco zarpaba en 6 meses. Estando sin plata y sin vehículo, tuvieron la suerte de caerle bien al dueño de una cantina llamada "La Gioconda", los invitó a cenar en su estadía de esta ciudad.
Querían de cualquier manera evitar de cruzar el desierto que está al norte de Chile.
Estaban estancados y a Mial se le ocurrió la idea de viajar de polizontes a bordo de algún barco que cruzaba hasta Antofagasta.
Desde temprano a la tarde del día 8, estaban en el puerto merodeando para tratar de encontrar alguno de las naves que se encontraban ancladas en el puerto y tuvieron la suerte de encontrar lo que buscaban.
Para entrar al barco sin que nadie los viera, pasaron toda la noche vigilando sin suerte ninguna y lo lograron al otro día a la mitad de la mañana, cuando nadie los vio, subieron y se escondieron en los baños.
El barco zarpó después del mediodía, y a eso de las cinco de la tarde el calor, el hambre y la sed los obligó a presentarse al capitán del San Antonio, que a cambio de trabajo, los alimentó y los llevó a su destino y el barco atracó el día 10 en el puerto de Antofagasta.
Los llevaron hasta la mitad del camino a un poblado llamado Baquedeano, llegaron allí el 12 de marzo.
Al día siguiente, consiguieron que los llevaran hasta Chuquicamata, donde pasaron dos días en la mina de cobre más grande del mundo al aire libre, conocida desde la época precolombina, todavía se la conoce en Chile como "Chuqui", siendo en esos tiempos propiedad de monopolios norteamericanos como Anaconda y Kenecott.
Consiguieron entrar a visitar la mina donde se estaba preparando una huelga general. Mientras le enseñaban el lugar, Fuser comentó: ".. gringos imbéciles, pierden millones de pesos al día en una huelga por negarles unos cuantos centavos más a un pobre trabajador".
De ahí partieron caminando hacia Arica por el Atacama desierto, caminaron por dos horas pero el calor era tan intenso que tuvieron que parar y volver a la ciudad. Pasaron la noche allí y a la próxima mañana, el camión que proveía los cigarros en la mina los llevó hasta donde tenía que desviarse y de ahí tuvieron que hacer autostop. Continuaron la travesía hasta que llegaron al puerto de Iquique el día 20 de marzo y arribaron en Arica el 22.
El lunes 24 de marzo, cruzaron la frontera y llegaron a Tacna en Perú, país en el que se quedarían más tiempo; para describir la pobreza de la región, Fuser cita en sus notas las palabras de José Martí: "Yo quiero unir mi destino al de los pobres del mundo".
Al salir del poblado, le pidieron a un camionero que los llevara hasta Tarata, se subieron atrás y estaba lleno de Aimara indios y cholos pero cuando les quería cobrar por el viaje, Mial se rehusó a pagar porque pensó que era gratis.
Prefirieron seguir su viaje caminando, al caer la noche estaban cansados y quisieron descansar y dormir, pero hacía tanto frío que tuvieron que seguir caminando. Alrededor de la seis de la mañana, encontraron al lado del camino un rancho donde les vendieron pan y un pedazo de queso, descansaron allí y al mediodía consiguieron que un camionero los llevara al poblado de Estaque y en la tarde del 25 llegaron a Tarata.
Como de costumbre, fueron al puesto policial donde les proporcionaron comida y un lugar para descansar hasta las 3 de la madrugada del próximo día, cuando salía un vehículo de pasajeros. Gracias a la intervención de los guardias civiles, los llevaron gratis hasta la próxima destinación.
El día 26, llegaron a Puno y otra vez recibieron alimentos y un lugar para descansar en la guardia civil.
Visitaron al doctor del pueblo y éste les dio una carta de recomendación para presentársela al Dr Hermosa quien trabajaba con gente enferma de lepra en Cuzco.
Conociendo la catedral del pueblo a la mañana siguiente, entablaron conversación con unos pobladores y uno de ellos viajaba a Cuzco y les ofreció llevarlos.
El 31 de marzo en Cuzco, inmediatamente visitaron al Dr. Hermosa quien conocía a un doctor con quien Mial había trabajado, eso fue suficiente para que el Dr. Hermosa les ofreciera que fueran sus invitados, los llevó a conocer en su auto el Valle del Inca y para visitar las históricas ruinas del Machu Picchu, les pagó el pasaje en tren, estuvieron allí los días 4 y 5 de abril y partieron de Cuzco el 7 de abril.
Pasaron en Abancay el 11 de Abril.
Llegaron a Huancarama el 13.
Los próximos dos días, los pasaron en el instituto para leprosos en Huambo y visitaron a los enfermos. Las malas condiciones sanitarias del lugar les causaron una desagradable impresión, el director del lugar llamado Montejo les explicó que esa colonia fue fundada gracias a los esfuerzos del Dr. Pesce.
Volvieron a Huancarama y partieron el día 16 en un camión a Andahuayalas, llegando allí el mismo día.
Al llegar, Fuser sufrió una fuerte ataque de asma y debió de permanecer dos días hospitalizado y se fueron de este lugar el día 19.
La otra parada importante antes de llegar a Lima fue Ayacucho donde arribaron el día 22.
En una carta desde Lima, expresó su indignación al ver el estado deplorable en que vivían los indígenas de la región:
"..el estado social del habitante de la Sierra es realmente lamentable, es un simple esclavo de su patrón que por centavos diarios lo tienen como bestias de carga y le roban sus cosechas sin el menor remordimiento".
Pasaron por varios pueblos antes de llegar a la capital peruana el día jueves 1° de mayo.
Al llegar, visitaron al doctor Hugo Pesce, simpatizante comunista y profesor de Medicina Tropical de la Universidad de San Marcos de Lima, la más antigua de América del Sur.
El médico les consiguió a los jóvenes alojamiento gratis en el Hospital de Guía para enfermos del mal de Hansen (lepra).
Durante su estancia de tres semanas en Lima, aprovecharon todo ese tiempo para conocer la ciudad.
El Dr. Pesce gestionó y les obtuvo una referencia para que ambos pudieran trabajar en "San Pablo", un instituto peruano para enfermos del mal de Hansen, la mayor colonia de leprosos de toda Latinoamérica.
El sábado 17 de mayo, continuaron su itinerario a bordo del barco, La Cenepa.
El sábado 7 de junio, llegaron al instituto en la provincia de Loreto en el corazón del Río Amazonas, cerca de Iquitos, Perú.
Al momento de llegar, tuvieron un incidente con las administradoras del lugar que eran monjas, ellas tenían una regla que todos los habitantes de la colonia tenían que ir a misa, ellos no acataron la orden y le cortaron las raciones,
".. pero los muchachos nos ayudaron y nos conseguían algo todos los días. Fuera de esta pequeña guerra fría la vida transcurría sumamente placentera.."
Exactamente una semana más tarde de llegar al instituto, Fuser cumplió 24 años; para celebrar su cumpleaños se animó y nadó en el Amazonas y después hizo de arquero en un partido de fútbol.
Por la noche, fueron invitados a cenar y tomar pisco, el licor nacional peruano. El director de la Colonia doctor Bresani brindó por ellos y Fuser (como él dijo) “pisqueado”, elaboró más o menos lo siguiente:
"..Creemos, y después de este viaje más firmemente que antes, que la división de América en nacionalidades inciertas e ilusorias es completamente ficticia. Constituimos una sola raza mestiza que desde México hasta el estrecho de Magallanes presenta notables similitudes etnográficas. Por eso, tratando de quitarme toda carga de provincialismo exiguo, brindo por Perú y por América unida.. Grandes aplausos coronaron mi pieza oratoria. La fiesta, que en estas regiones consiste en tomar la mayor cantidad posible de alcohol, continuó hasta las 3 de la mañana, hora en que plantamos la bandera." (terminamos)
Las dos semanas que pasaron allí, los jóvenes descubrieron una nueva y cruda experiencia, nunca pensaron que pudiera en la realidad existir un lugar así. Se marcharon de allí el 21 de junio.
A los pacientes igual que a la personal de la colonia, les impresionó que dos jóvenes fueran a un lugar tan distante a convivir con ellos, jugando al fútbol, pescando, yendo en excursiones por los alrededores; sus actitudes cariñosas los inundaron de gratitud y en un acto recíproco organizaron una emotiva despedida en honor a ellos.
Demostrando su agradecimiento, les dieron como regalo una balsa que construyeron los enfermos y el personal del lugar para ellos, pero aparte de eso estaba atestada de regalos comestibles del personal de la colonia y de los enfermos que rivalizaban en darles la piña más grande, la papaya más dulce, o el pollo más gordo. Al día siguiente, zarparon hacia la ciudad colombiana de Leticia. Viajaron en una balsa bautizada con el curioso nombre de "Mambo-Tango".
Unos años atrás, Alberto Granado explicó a través de una entrevista el por qué del nombre de la balsa:
"..en Perú el mambo estaba muy de moda, y nosotros únicamente podíamos pagar con nuestro tango."
Por tres días, aunque el rumbo era correcto, estuvieron a merced de la fuerte correntada del río. Cuando llegaron a su destino, no pudieron maniobrar la balsa y se pasaron de largo, hasta que uno de los pobladores los remolcó de vuelta a cambio de la balsa y las provisiones.
En Leticia, recibieron como de costumbre alojamiento y comida de la guardia civil del lugar.
Se celebraba un campeonato relámpago de fútbol en esa ciudad y los jóvenes lograron ser contratados a dirigir y jugar por el equipo local el Independiente Sporting.
Como siempre, por su asma Fuser jugaba de guardametas y Mial de delantero, al que los colombianos por sus cualidades apodaron "Pedernerita" por Adolfo Alfredo Pedernera, uno de los jugadores de fútbol más famoso de todos los tiempos, nacido en Buenos Aires el 15 de noviembre de 1918.
Con la suma del dinero obtenida por los servicios, les fue suficiente para abonar el importe de dos boletos hasta Bogotá y volaron en el "Catalina", avión de las fuerzas armadas de Colombia.
El miércoles 2 de julio, arribaron a la capital colombiana y estuvieron albergados en un hospital. La comida corrió a cargo del comedor estudiantil de la universidad.
Días más tarde, tuvieron un incidente con un agente policial que los arrestó.
Fuser en una carta le explicó a su madre cómo pasó:
"..cuando por culpa del cuchillito de Roberto que yo saqué en la calle para hacer un dibujo en el suelo tuvimos tal lío con la policía que nos trató en una forma vejante.."
Estando detenidos, tuvieron un fuerte argumento con el agente policial.
Una vez libres, les contaron a los estudiantes lo que pasó y estos aconsejaron que se fueran del país lo más rápido posible, que no era seguro para que ellos se quedaran, ya que el agente policial era un sujeto con antecedentes de ser muy peligroso.
Con la ayuda de sus amigos y algunos dólares que tenían, viajaron en un ómnibus hasta el límite con Venezuela, en Cúcuta.
El lunes 14 de julio, atravesaron el Puente Internacional que une Cúcuta con la ciudad de San Cristóbal. Consiguieron que alguien los llevara y después de tres días de viaje en camioneta, llegaron a Caracas el jueves 17, por suerte esta vez sin ningún inconveniente.
Al llegar se hospedaron en una pensión de la ciudad. Luego se trasladaron a un albergue de la Juventud Católica.
En la ciudad, Mial encontró a un médico que conocía de tiempo atrás, quien le ofreció una posición en un laboratorio clínico de un hospital de leprosos cerca de la capital venezolana.
Cuando en una carta de su madre se enteró que un avión que transportaba caballos de carrera de su tío Marcelo salía en unos días de Buenos Aires y hacía una escala en Caracas, Fuser decidió volver a Buenos Aires y terminar sus estudios.
Iba a ser un viaje largo y pesado, pero no había otra solución inmediata, el trayecto a realizar el avión sería: Caracas-Miami; Miami-Maracaibo; Maracaibo-Buenos Aires.
El sábado 26 de julio de 1952 abordó el avión pensando que las aventuras se habían finalizado. Al llegar a Miami, un problema técnico demoró la nave debido a una avería en el motor y no había más remedio que quedarse allí. La reparación llevó un mes.
En ese mes, pasó serias dificultades económicas, no tenía dinero; pidió en un pequeño hotel que lo dejaran estar y que cuando llegara a Buenos Aires, él les pagaría y así hizo; frecuentaba las bibliotecas en las que leía, estaba abrigado y no necesitaba estar caminando por las calles; regularmente se alimentaba con café con leche y bocados. Un día hizo amistad con el propietario de un café-restaurante, y éste le ofreció a cambio de comida un trabajo como lavacopas y mozo del bar.
Cuando despegó el avión del aeropuerto de Miami, supo que se terminó de tener que trabajar hombreando bolsas, de marinero, polizonte, médico o fregador de platos para no pasar hambre, estaba decidido a continuar sus estudios y terminar su carrera de medicina.
Para la tranquilidad de su madre, llegó de regreso el domingo 31 de agosto y aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en una tarde gris y tormentosa. Fue recibido por todos sus familiares, ocho meses después del día que partió de Alta Gracia.
Aplicó por una matrícula de enseñanza libre y se abocó intensamente en sus estudios en una carrera frenética a contra-reloj, era una tarea inmensa. Nueve meses más tarde, las materias que aprobó fueron: Patología médica y quirúrgica, clínica médica y quirúrgica, obstetricia, ginecología, urología, oftalmología, ortopedia, la última que aprobó fue Clínica Neurológica el día 11 de abril de 1953.
Logró su título de doctor en medicina y cirugía en la Universidad Nacional de Buenos Aires y el título como Médico Dermatólogo el 1° de junio, y recogió su diploma el día 12 del mismo mes, siete años después de iniciar sus estudios en el año 1947.
El Pelao y Chichina igual se continuaron viendo como amigos varias veces en Buenos Aires, a escondidas de la familia de la joven e incluso un día él se apareció en el Malagueño y le propuso matrimonio una vez más, pero ella le dijo que no.
Al ver que nada lo ataba en Argentina excepto su familia, decidió organizar otro viaje a través de Sudamérica. Le transmitió la idea a su amigo Carlos Ferrer "Calica" (en la foto) que recientemente había abandonado sus estudios de medicina y éste aceptó acompañarlo.
Las inquietudes de su madre no habían finalizado porque vio partir a su hijo junto a Calica el día 7 de julio, desde la estación Retiro en un tren que los llevaría hasta La Paz, Bolivia, a unos 6000 kilómetros de distancia, la primer etapa de su recorrido.
Con el tren ya en marcha despidió a sus familiares, y amigos con la frase:
"Aquí va un soldado de América".
Celia, su madre, tenía un mal presentimiento y se dijo: "Esta vez lo pierdo para siempre. Ya nunca más veré a mi hijo."
El plan primario era recorrer Bolivia, Perú, Ecuador y visitar a Mial quien aún residía en Venezuela.
Después de ahí, no tenía ninguna idea concreta acerca de su futuro, lo explicó en las notas de la partida de su segundo viaje:
"..repasaba mentalmente los últimos acontecimientos. . para despedir a los dos snobs de apariencia extraña y cargados de bultos. El nombre del ladero ha cambiado, ahora Alberto se llama Calica; pero el viaje es el mismo: dos voluntades dispersas extendiéndose por América sin saber precisamente qué buscan ni cual es el norte".
El primer viaje por las provincias de Argentina, sus raíces familiares, viajar afuera de su país con Mial, todo eso le acrecentó su aversión contra la injusticia de la explotación de la clase oligárquica hacia la clase obrera, en otras palabras en la realidad lo que sólo sentía era una vocación social y humanitaria, porque en ese momento pensaba que dedicando su carrera de médico al servicio de la sociedad iba a ser suficiente para poder mejorar la calidad de vida de las masas explotadas.
Más adelante veremos, en su segundo viaje con Calica, como su estadía en Bolivia, la gira por Centro América, más la experiencia adquirida en Guatemala, Ernesto ya estaba casi para tomar una decisión definitiva y cambiar el rumbo de su vida.
Desde Méjico le envió una carta a su madre diciéndole que quizás tarde o temprano se juntaría al grupo cubano; lo único que lo frenaba era su gran deseo de viajar por Europa.
La primera conversación que tuvo con Fidel en México fue lo último que necesitó para volcar su decisión.
Desde ese momento, su vocación política ya estaba pronta a llevar una vida disciplinada y sacrificada que fue su lucha revolucionaria.
Varios años después, en Cuba, el 19 de agosto de 1960, relató en un encuentro en el Ministerio de Salud Pública:
"..soñaba con ser un investigador famoso, soñaba con trabajar infatigablemente para conseguir algo que podía estar en definitiva puesto a disposición de la humanidad, pero que en aquel momento, era un triunfo personal. Era, como todos somos, un hijo del medio.."
El tren en su marcha atravesó las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, al llegar a Córdoba, algunos amigos fueron a recibirlos a la estación del tren. Quizás todavía pensando en Chichina, le manifestó a Calica su deseo de visitar Alta Gracia, pero éste determinadamente se opuso a la idea.
El tren en su monótona marcha continuó lentamente su viaje, atravesando las provincias de Tucumán, La Rioja y Jujuy. Cuando llegaron a la estación de tren (en la foto) del poblado fronterizo de Quiaca en Jujuy, se rencontraron con Tiqui Vidora, uno de los compañeros de juego de la infancia en Alta Gracia, que estaba trabajado de gendarme. Una vez más, el tren se puso en marcha y al cruzar el pueblo ya estaban en territorio boliviano.
BOLIVIA
El día 9 de abril de 1952, desembarcaron en la estación de tren de la ciudad de La Paz, la capital administrativa de Bolivia, la ciudad capital más alta del mundo, a 3600 metros a nivel del mar y la capital del departamento del mismo nombre. Sucre es la capital legal y judicial de este país.
En La Paz, el Pelao tuvo su primer contacto con una revolución popular, la cual lo impactó enormemente.
Un año y medio antes de ellos llegar allí, las masas populares se organizaron y llevaron adelante una revolución contra Simón L. Patiño, en su tiempo el hombre más rico de Bolivia, quien había amasado una fortuna de casi mil millones de dólares con los minerales del país, convirtiéndose en su verdadero amo.
El pueblo boliviano y particularmente los mineros conjuntamente con sectores del ejército derrotaron a las tropas de un ejército profesional.
El secretario general del Movimiento Nacional Revolucionario Radical (MNR) Víctor Paz Estensoro, junto con Hernán Siles Suazo tomaron el cargo del gobierno. El MNR era un sector de la oposición parlamentaria, formada por una coalición de partidos de izquierda como de la pequeña burguesía.
Las reivindicaciones del pueblo de llevar adelante inmediatamente una reforma agraria, nacionalizar las minas de estaño, la principal fuente de ingresos, y expropiar las riquezas en manos de la oligarquía, se veía frenado por el accionar del nuevo régimen, que intentaba mantener bajo control el movimiento de masas.
En ese ínterin, se fundó la Confederación Obrero Boliviana (COB). Mediante una serie de ocupaciones y huelgas, lograron un programa avanzado de reforma agraria, el nuevo gobierno lo abortó, lo primero que hizo fue negociar con el imperialismo norteamericano y el movimiento fue finalmente derrotado.
Como de costumbre, Ernesto y Calica visitaron la universidad, la biblioteca municipal, museos, etc.
Fueron a visitar el lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo donde habitan los Uros, un grupo indígena que construye las islas y sus botes de una planta acuática llamada totora.
El Pelao un día visitó el Ministerio de Asuntos Campesinos, y se asombró al observar el espectáculo denigrante de unos soldados fumigando con insecticida a los campesinos, que tenían que entrevistarse con el Ministro. Este hecho lo describió en sus notas como la "revolución del insecticida":
"cuando se le echa insecticida a quienes fueron sus conductores no es una verdadera revolución."
El 17 de julio, viajaron en un camión y pasaron dos días en las Yungas.
El día 2 de agosto, visitaron Bolsa Negra, una mina entre los montes Illimani y Mururata, a una altura de 5 000 metros del nivel del mar aproximadamente. Los ingenieros de la mina les llevaron hasta dentro del soicavana y a conocer un lago natural alimentado por un glacial del Murumana.
Comenzó a escribir el diario personal de este segundo viaje por Latinoamérica, el cual finalizaría aborde del Granma.
Tras extender su estancia en La Paz casi un mes, llegaron a Puno y en la aduana peruana le requisaron dos libros: "El hombre en la unión Soviética" y una publicación del Ministerio de Asuntos Campesinos que fueron calificadas de propaganda roja, pero al menos tuvieron suerte, un empleado de investigaciones les ofreció un viaje de primera clase gratis hasta Cuzco.
PERÚ
En Perú, pasearon por los lugares habituales y dedicaron su tiempo a recorrer museos y lugares históricos de importantes valores arqueológicos de alrededor de la ciudad.
También le visitaron al doctor Hugo Pesce y a los enfermos del hospital Guía, el instituto para enfermos leprosos en Lima.
El Pelao llevó a conocer a Calica la grandeza y la hermosura del Machu Picchu y escribió entre sus notas:
".. que está en controversia la significación arqueológica de Machu-Picchu, pero, poco importa cual fuera el origen primitivo de la ciudad o, de todas maneras, es bueno dejar su discusión para los especialistas. Lo cierto, lo importante es que nos encontramos aquí frente a una pura expresión de la civilización indígena mas poderosa de América,..Conformémonos, por ahora, con darle a la ciudad los dos significados posibles: para el luchador que persigue lo que hoy se llama quimera, el de un brazo extendido hacia el futuro cuya voz de piedra grita con alcance continental:
"Ciudadanos de Indoamérica, reconquistad el pasado".. es válida una frase anotada en el libro de visitantes que tiene el hotel y que un súbdito ingles dejó estampada con toda la amargura de su añoranza imperial: " I am lucky to find a place without Coca-cola propaganda."( Que suerte que encontré un lugar en que no hay propaganda de la coca-cola))
En una entrevista, le preguntaron a Calica si el Pelao era un buen amigo y éste contestó así:
"..hay una pequeña anécdota que lo pinta: (1)
Cuando habíamos llegado a Cuzco, hacía una “punta” (2) de días que no nos bañábamos, nos quedaba poca plata y la racionábamos.
“¿Vos qué vas a hacer?”, Me preguntó. Yo le dije que me iba a dar un baño en un baño público y que me iba a hacer lavar la ropa para quedarme cómodo.
“Vamos a comer que es más importante”, me reprochó. Pero no le hice caso.
Salí limpito pero con un hambre que no daba más y me lo encontré en un bolichón (3) rodeado por toda la comida que se había pedido. Cuando me vio entrar, me dijo: “..vení, boludo(4), sentate conmigo y compartamos..”.
Eso es una muestra de cómo era Ernesto".
(1) describe; (2) muchos; (3) cantina; (4) tonto
ECUADOR
El 2 de octubre de 1953, arribaron a la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, allí conoció Ernesto a dirigentes de la juventud comunista de Ecuador y a muchos intelectuales, entre ellos a Jorge Icaza, con el que conversó largamente sobre la problemática de la población campesina.
También se encontraron con otros argentinos quienes les narraron los últimos hechos acontecidos de lo que estaba sucediendo en Guatemala.
Este país estaba en plena ebullición, el gobierno progresista de Jacobo Arbenz se enfrentaba a las presiones y amenazas de elementos reaccionarios.
Eduardo García "Gualo", un joven compatriota suyo, expresó su intención de ir por lo menos a observar.
Entonces Ernesto, al sentir sus comentarios, se interesó de inmediato y decidió de acompañarlo, aunque se le creó un conflicto de conciencia. La visita a Mial la tenía que posponerla.
Ricardo Rojo, (en la foto) abogado antiperonista desterrado de Argentina, recién llegado desde Lima, Perú, argumentó que en Venezuela sólo se ganaban dólares, pero en esos momentos en Guatemala se estaban viviendo momentos muy importantes. Ernesto inmediatamente se convenció y Calica decidió ir también, pero al último momento, se arrepintió y terminó yéndose el día 23 de octubre a Venezuela a visitar a Mial.
El 25 de octubre de 1953, partieron Ernesto y Ricardo Rojo, quien consiguió que viajasen en un barco de la United Fruit Co. hacia Panamá y de ahí seguirían el camino por carretera a Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Ciudad de Guatemala.
Los países de la región Centroaméricana comúnmente conocidos por el calificativo de "Repúblicas Bananeras" gracias a Sam Zemurray "The Banana Man" (El hombre Banana), quien constituyó en 1911 en Centroamérica el imperio bananero gobernado por transnacionales y la colaboración militar de los infantes de marina estadounidenses para alcanzar este dominio.
Para citar un ejemplo, desde 1820 invadieron 12 veces a Honduras y 11 a Nicaragua.
El gran héroe nicaraguense Augusto César Sandino (en la foto) dijo al respecto: "Por cada millar de dólares que han introducido a mi patria los banqueros yanquis, ha muerto un hombre nicaragüense y han vertido lágrimas de dolor a nuestras madres, nuestras hermanas, nuestras esposas y nuestros hijos."
Esta travesía por América Central que duró casi dos meses le experimentó un cambio profundo al ver las condiciones económicas políticas y sociales que vivían esos pueblos, más al norte viajaba, más el dominio neocolonial se acrecentaba, y la situación de hegemonía norteamericana, de dictadores de turnos en los distintos países que visitaba; por eso le escribió a su madre diciendo que en Guatemala quería perfeccionarse para ser un auténtico revolucionario.
En esos momentos, Norteamérica se encontraba en uno de sus mejores momentos económicos. La Segunda Guerra Mundial recién terminada le reportó ganancias multimillonarias a la economía del país. Dominaba el cono sur de Latinoamérica con la complicidad de la clase capitalista criolla aunque allí todavía existía una clase obrera organizada en los sindicatos con un alto grado de alfabetización, la población incluso en los países más pobres como Bolivia, donde había industrias con infrastructura y las técnicas más avanzadas de esos tiempos.
En cambio, en Centroamérica imponía arrogantemente a dictaduras locales con títeres que permitieron que compañías como Anaconda, Ford Motors, General Electric, Coca Cola o la United Fruit impunemente saquearan las riquezas naturales de esos países.
PANAMÁ
Panamá fue voluntariamente anexado a Colombia en 1821 y el día 4 de noviembre de 1903, un gobierno provisional proclamó formalmente la República de Panamá inmediatamente se forma una delegación para viajar a Estados Unidos con el propósito de firmar el Tratado del Canal con los Estados Unidos, pero el francés Phillipe Bunau-Varilla, principal accionista de la Compañía Francesa del Canal, vendió sus acciones y se adelantó a la llegada de la delegación panameña y el frances el día 4 de noviembre de 1903, firmó documentos legándoles a los americanos “perpetuidad” sobre los derechos sobre el Canal y tambien concediéndoles varias extensiones del territorio panameño acompañado de permisos para la construcción de zonas militares. De esa manera, el gobierno americano adquirió todos los derechos y tomó posesion del canal basado en un tratado que ningún panameño firmó, esto llevó a varias generaciones de panameños en una constante lucha política y social para la recuperación de la Zona del Canal, la más significativa fue la “Gesta Heroica del 9 de enero de 1964”, estudiantes panameños, en cumplimiento de los convenios con Estados Unidos de que la bandera panameña seria izada a la par de la norteamericana en la Zona del Canal, y al observar que no se izaba la bandera panameña, se apersonaron al área con su enseña patria, siendo atacados por la integrantes de la policía norteamericana cuales rompieron la bandera panameña y dispersando así momentáneamente la manifestación, los estudiantes volvieron y marcharon hacia la Zona del Canal, siendo duramente reprimidos esta vez por soldados norteamericanos cuales dejó una secuela de decenas de estudiantes muertos y heridos en estos enfrentamiento.
La construcción del canal, cobró más de 27.000 vidas, debido a la malaria, fiebre amarilla, y accidentes, durante el fallido proyecto francés más de 22.000 personas perdieron sus vidas y 5.000 durante las obras de Estados Unidos.
COSTA RICA
Su estadía en Costa Rica duró sólo unos días. En un café, que era el centro de reunión de los extranjeros llamado el Internacional, conoció a algunos de los integrantes del ataque al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, entre ellos se encontraban Calixto García (en la foto) y Severino Rosell. Conoció al líder comunista costarricense Manuel Mora Valverde, al Dr. Arturo Romero, ex director del leprosario de Costa Rica y al Dr. Alfonso Trejo.
Tuvo una charla con el cuentista y revolucionario dominicano Juan Bosch, quien ganó las elecciones de fines de 1962, siendo candidato por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien fue acusado de izquierdista y sólo pudo gobernar siete meses antes de ser derrocado del gobierno.
Entrevistó a Rómulo Betancourt, jefe del partido acción Democrática de Venezuela y en sus notas escribió hacia el respecto:
"La entrevista con Rómulo Betancourt no tuvo las características de lección de historia que nos diera Mora. Me da la impresión de ser político con algunas firmes ideas sociales en la cabeza y el resto ondeante y torcible para el lado de las mayores ventajas. En principio está firmemente con Estados unidos. Falseó el Pacto de Río y se dedicó a hablar peste de los comunistas."
NICARAGUA
Nicaragua fue gobernado por la dictadura corrupta y sangrienta de Anastasio "Tacho" Somoza García desde el año 1937 hasta que fue ajusticiado por el poeta Rigoberto López Pérez el día 29 de septiembre del año 1956. En este atentado, murió el propio Rigoberto.
Un día, le preguntaron a Somoza acerca de las grandes cantidades de propiedades que poseía y él cinicamente contestó:
"..que yo sepa, sólo tengo una finca y se llama Nicaragua."
Continuó con la dinastía su hijo Luis Somoza Debayle, quien gobernó hasta el año 1963.
En el año 1979, fue derrocado por una amplia oposición, encabezada por la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional. El día 17 de Julio, 1979, el último Somoza en el poder escapó a Miami, finalmente, su dictadura estaba acabada. Dos días después, los Sandinistas entraron en Managua con el apoyo casi total de la población. Inmediatamente, el líder sandinista Daniel Ortega tomó el poder y estableció un sistema socialista en Nicaragua.
Anastasio Somoza fue asesinado durante su exilio en Asunción, Paraguay el 17 de septiembre de 1980.
El SALVADOR
El Salvador ha estado siempre dominada por los "barones del café". Entre los años 1870 y 1880, comenzó el período denominado "La república cafetalera", que caracterizaría a la historia salvadoreña al menos hasta la década de 1920.
En 1931, se inició un periodo conocido como la "dictadura militar", donde el ejército controlaba al Estado hasta 1979.
A partir de los años 20, los terratenientes compartieron el poder con los militares, ya que estos les ayudaron a aplastar el levantamiento de los campesinos liderados por Agustín Farabundo Martí.
La alianza formada entre los terratenientes y los militares fue tan represiva que la Iglesia Católica tuvo que intervenir, aunque tradicionalmente ésta había estado siempre de lado de las clases dominantes.
El Salvador del 1821 al 1950 lo gobernaron 60 presidentes y 33 de ellos fueron militares o juntas militares. La dictadura más larga fue la de Maximiliano Hernández Martínez, quien dominó por casi trece años, desde el 2 de diciembre de 1931 hasta el 4 de mayo de 1944. Durante los años ochenta sucedió una guerra civil, dejando un saldo de muertos y desaparecidos sin precedentes en su historia. En 1992 se firmaron los Acuerdos de Paz de Chapultepec, evento que marcó el inicio de una nueva época en la historia de la nación.
HONDURAS
En las postrimerías del régimen de Mejía Colindres, fue elegido en unas sucias elecciones en el año 1932 el general Tiburcio Carías Andino (en la foto), quien gobernó por cuatro años legalmente pero, a partir de enero de 1936, por medio de reformas a la constitución, comenzó su gobierno “continuista” que se prolongó por otros 12 años. El 1° de enero de 1949, le pasó el poder a su ministro de guerra, marina y aviación y abogado de la United Fruit Juan Manuel Gálvez, quien gobernó hasta el 16 de noviembre de 1954 y también antes de terminar su período de gobierno, entregó el poder al vicepresidente Julio Lozano Díaz. Tiburcio Carias Andino dominó la escena política desde 1933 hasta 1948. Carias fue presidente constitucional de 1 febrero, 1933 a enero de 1949.
El 21 de diciembre, 1957, Ramón Villeda Morales fue elegido como presidente Constitucional, durante su término Villeda comenzó a experimentar con una reforma agraria y fue abortado por un golpe militar el día 3 de octubre, 1963, el cual puso en poder al coronel López Arellano (1963-1975), fue durante este gobierno donde tuvo lugar “la guerra del futbol” contra el Salvador (1969).
REPUBLICA DOMINICANA
El más famoso y más sangriento de los dictadores de este país fue Rafael Leónidas Trujillo, quien era un comandante de la Guardia Nacional, un cuerpo militar creado por los Estados Unidos para preservar sus intereses en la isla. En 1930, dio un golpe de estado, se proclamó presidente y en su delirio de grandeza, le cambió el nombre de la capital dominicana, rebautizándola Ciudad Trujillo.
Sin embargo, su despotismo llegó hasta el punto que la CIA organizó su asesinato la noche del 30 de mayo de 1961, y Trujillo fue ultimado a balazos en la Ave. George Washington.
Por su crueldad y tiranía, se ganó el sobrenombre del "Tigre del Caribe".
El Secretario de Estado Norteamericano Cordell Hull una vez dijo sobre Trujillo: ".lo podrán llamar bastardo, pero el bastardo nos pertenece a nosotros.."
GUATEMALA
Ernesto llegó en vísperas de Navidad a Guatemala City, y se pasó a alojar en la misma pensión con Ricardo Rojo y Gualo García.
En esos momentos Jacobo Arbenz (en la foto), era el presidente de Guatemala y enfrentaba una crisis ocasionada por presión incesante de los Estados Unidos y la propaganda de prensa sucia que era impulsada por la United Fruit y con la ayuda de los ataques directos que lanzaba la iglesia.
El arzobispo de Guatemala, Mariano Rosell Arellano, exhortaba a la población a sublevarse:
"..contra el comunismo enemigo de Dios y de la Patria".
El general Jorge Ubico, por elecciones tomó el poder el 15 de marzo de 1931. Firmó un decreto gobernativo N° 1745 el día 14 de octubre de 1935, que en una parte dice: "tendrán exención o imputabilidad criminal los dueños y administradores de fincas rústicas que cometan delitos contra las personas encontradas in flagrante adentros de sus fincas.." Se usó a los dueños de los cafetales y a la United Fruit Co para matar a personas impunemente.
En ese año, ordenó cambiar la letra original del Himno Nacional. El 12 septiembre de 1941, la Asamblea Constituyente aprobó el decreto número 2, el cual prolongó el mandato del presidente Ubico a un tercer período.
Con la fecha del día 27 de abril de 1944, firmó el decreto Legislativo N° 2795 o Ley de Fuga, cual estando preso o detenido, alguien al evadirse se convertía en reo de muerte.
Cansado de abusos y de dictaduras, el pueblo de Guatemala salió a las calles. Las garantías constitucionales fueron restringidas; el 25 de junio ordenó Ubico al ejército que disolviera las manifestaciones que exigían su renuncia. Este día fue asesinada la maestra María Chinchilla, en cuyo honor se conmemora el Día del Maestro.
La presión del pueblo continuó obligando su destitución y se refugió en la embajada inglesa el 29 de junio, pero antes había constituido una junta que gobernó por un mes. Tomaron el control Francisco Arana, Jacobo Arbenz y Jorge Toriello, llamaron inmediatamente a elecciones y las ganó Juan José Arévalo, quien implantó un programa reformista como ser obligar a las empresas a respetar el sindicato y el derecho a huelga.
En las elecciones del 1951, el pueblo no contento por su lentitud, eligió a Jacobo Arbenz, quien siguió el programa reformista iniciado por el gobierno predecesor. Su período fue conocido como Segundo Gobierno de la Revolución. Él puso en práctica la redistribución de las tierras de cultivo entre el campesinado, le expropió a la United Fruit las tierras no cultivadas y empezó a repartirlas entre cien mil familias.
Eso no podía ser; le estaban tocando los intereses a la oligarquía criolla y las transnacionales, y desde ese momento, Arbenz firmó su sentencia que sólo sería cuestión de tiempo antes de que la CIA comenzara los planes de su derrocamiento.
Acompañado por Eduardo García Gualo, inmediatamente se puso en contacto con el doctor hondureño Núñez Aguilar, que había estudiado en la Argentina y quien dirigía el Instituto Nacional Fomento de la Producción (INFOP), para el que tenía una carta de presentación.
Hilda Gadea Ontalia, que trabajaba en el mismo instituto, fue llamada por Aguilar y les presentó a los dos argentinos.
Así se conocieron Hilda y el Che. Hicieron amistad inmediatamente, Hilda era una exiliada peruana economista de ascendencia india. Hilda era una ex-integrante del Partido Aprista quien había tenido que abandonar su país bajo la dictadura de Odría.
En principios de enero, una compañera de Hilda, Myrna Torres Rivas la invitó a su casa y el Che la acompañó.
Fue allí que por primera vez estableció amistad con un grupo de revolucionarios cubanos, que habían asaltado al "Cuartel Carlos Manuel Céspedes", por ellos se enteró de los hechos ocurridos el 26 de julio de 1953 en Bayamo, Cuba.
En el grupo de los exilados cubanos, se encontraba Armando Arencibia "El Cristo Negro de Esquipulas", Darío González "El Gallego", Mario Dalmau y Antonio López Fernández "Ñico López" (en la foto) quien bautizó semanas más tarde de "Che" a Ernesto.
El Che también hizo contacto con el Partido Guatemalteco del Trabajo y ofició como médico en los sindicatos.
Participó activamente en la política interna del país para la defensa del gobierno democrático y revolucionario.
En una entrevista, Myrna Torres Rivas^, analizando la personalidad del Che, cuenta:
“Él quiso siempre a los humildes, en medio de su aparente dureza. Fue duro con el enemigo y con lo injusto, pero tierno con los pobres, como con la anciana María, a la que vio morir ya sin remedio en un hospital de la ciudad de México donde trabajaba, y en un poema, entre otras cosas, le dice:
"Vieja Maria, vas a morir; quiero hablarte en serio: Tu vida fue un rosario completo de agonías,.. ..Toma esta mano de hombre que parece de niño en las tuyas pulidas por el jabón amarillo. Restriega tus callos duros y los nudillos puros en la suave vergánza de mis manos de médico. Escucha, abuela proletaria: cre en el hombre que llega, cre en el futuro que nunca verás. (..).” |